Si planeas usar la cubertería de plata en una ocasión especial, este es el momento de sacarla de la vitrina y hacerla brillar. Utiliza dos métodos naturales. Empieza por poner en una cazuela cuatro vasos de agua, una cucharada (de las de sopa) de bicarbonato y un trozo de papel de aluminio.
Pon el agua a hervir y sumerge a continuación los cubiertos (de par en par) por 10 o 15 segundos. Sácalos con unas pinzas para no quemarte y verás cómo brillan. O bien, como segundo método, puedes usar kétchup (sí, ¡el que usas en la cocina!): frota primero los cubiertos, luego debes sacarles el kétchup y darles brillo con un paño suave.
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